La reconstrucción forense de una explosión en un edificio comienza con la documentación masiva del escenario. Los equipos especializados capturan miles de fotografías de los escombros esparcidos en un amplio radio. Estas imágenes se introducen en software de fotogrametría como Agisoft Metashape, que genera un modelo 3D georreferenciado y preciso de la ubicación de cada fragmento significativo. Este modelo digital se convierte en la base de datos espacial fundamental para el análisis posterior, permitiendo trabajar sobre una representación exacta de la realidad post evento sin alterar la escena física.


Análisis inverso y simulación de la detonación

Con el modelo 3D de los escombros completo, los investigadores realizan un análisis inverso. Estudian los vectores de dispersión, los patrones de fractura y la deformación de los fragmentos metálicos o estructurales. Estos datos se introducen en software de simulación de explosiones como BlastFX. El proceso es iterativo: se proponen diferentes hipótesis sobre la ubicación del epicentro y la potencia de la carga explosiva, y el software simula la onda de choque y la proyección de escombros. La hipótesis que genera un patrón de dispersión virtual que más se aproxima al modelo 3D real obtenido con Metashape se considera la más probable, determinando así el punto de origen y la energía liberada.

Visualización del escenario pre y post explosión

Para presentar los hallazgos de manera clara y contundente, especialmente en un entorno judicial, se utiliza un motor como Unreal Engine. Allí, se reconstruye digitalmente el edificio en su estado previo a la explosión. Luego, se integra el modelo fotogramétrico de los escombros y se visualiza la simulación de la explosión calculada, mostrando la secuencia desde el epicentro hasta la configuración final de la escena. Esta visualización inmersiva permite a jueces, jurados y peritos recorrer virtualmente el escenario y comprender la dinámica completa del evento de una forma que los planos o informes tradicionales no pueden igualar. El pipeline cierra así un ciclo completo, desde la captura de la realidad hasta la validación de una hipótesis física y su comunicación efectiva.

La próxima vez que veas un montón de escombros desde lejos, piensa que para un forense digital no es un caos, sino un conjunto de datos perfectamente ordenado por las leyes de la física, solo que esperando a que alguien le dé un ctrl+Z muy, muy potente.