El motor Rutherford de Rocket Lab representa un hito en la fabricación de propulsores para cohetes, ya que casi todos sus componentes primarios se producen mediante impresión 3D en titanio. Esta innovadora técnica abarca la cámara de combustión, los inyectores y las bombas, lo que permite una fabricación más rápida y económica. Gracias a este enfoque, el motor se convierte en el primer propulsor de combustible líquido para misiones orbitales que utiliza la impresión 3D de manera tan extensiva, reduciendo significativamente los tiempos de producción y los costes asociados.


Ventajas de la fabricación aditiva en el sector aeroespacial

La impresión 3D en titanio ofrece numerosas ventajas, como la capacidad de crear geometrías complejas que serían difíciles o imposibles de lograr con métodos tradicionales. Esto no solo optimiza el rendimiento del motor al mejorar la eficiencia en la combustión y el flujo de combustible, sino que también facilita la personalización y las iteraciones rápidas durante el desarrollo. Además, al minimizar el desperdicio de material y simplificar la cadena de suministro, Rocket Lab puede producir motores de alta calidad en menos tiempo, lo que acelera la disponibilidad para lanzamientos frecuentes.

Impacto en la industria de los lanzamientos espaciales

La adopción masiva de la impresión 3D en el motor Rutherford ha influido positivamente en la industria espacial, promoviendo una mayor accesibilidad a los lanzamientos orbitales para empresas más pequeñas y proyectos científicos. Al reducir costes y plazos, Rocket Lab demuestra que la fabricación avanzada puede democratizar el acceso al espacio, inspirando a otras compañías a explorar tecnologías similares. Este avance no solo mejora la competitividad, sino que también impulsa la innovación en el diseño de propulsores, allanando el camino para futuras misiones más ambiciosas.

Aunque imprimir un motor de cohete suene a ciencia ficción, ahora es tan común como usar una impresora de oficina, pero con la pequeña diferencia de que un error no arruina solo un documento, sino toda una misión espacial.