El robot humanoide AIDOL, desarrollado por la startup rusa Artificial Intelligence Dynamic Organism Lab, protagoniza un momento embarazoso durante su primera exhibición pública en Moscú cuando pierde el equilibrio y cae de bruces apenas unos segundos después de aparecer en escenario. El incidente ocurre mientras el robot camina al ritmo de la música y levanta el brazo para saludar al público, lo que provoca que pierda estabilidad y se desplome frente a los asistentes. Inmediatamente, empleados de la compañía acuden a auxiliarlo, lo levantan y lo retiran del escenario cubriéndolo con una cortina mientras el público presencia la escena con sorpresa.


Explicaciones técnicas y características prometidas

Vladimir Vitukhin, CEO de la empresa, explica que la caída se debe a problemas de calibración en el sistema de equilibrio y aclara que esta versión presentada corresponde a un prototipo no definitivo. Los creadores destacan que AIDOL está diseñado para caminar a velocidades de hasta 3,7 mph, operar de forma autónoma durante seis horas y expresar doce emociones básicas además de microexpresiones faciales avanzadas. La empresa subraya que estas capacidades se implementarán completamente en las versiones finales una vez resueltos los problemas técnicos detectados durante esta demostración.

Reacciones y perspectivas futuras

El tropiezo genera inmediatas reacciones en redes sociales, donde usuarios comparten videos del momento y publican comentarios críticos y burlas hacia el desempeño del robot. Frente a estas reacciones, la empresa adopta una postura positiva al considerar el incidente como parte natural del proceso de desarrollo y aprendizaje en robótica humanoide. Los desarrolladores prometen trabajar intensamente para mejorar la estabilidad y el rendimiento en las próximas iteraciones del robot, asegurando que futuras demostraciones mostrarán avances significativos en su funcionamiento.

A veces la tecnología avanza a pasos agigantados, aunque en este caso el paso fue literalmente en falso y terminó con el robot mordiendo el polvo del escenario.