La Agencia Tributaria implementa su nuevo sistema de facturación Verifactu a partir del próximo mes, marcando un cambio significativo en la gestión documental de negocios. Las empresas deben adaptar sus sistemas inmediatamente, mientras los autónomos disponen de un periodo de gracia hasta julio para realizar la transición. Esta actualización tecnológica busca unificar y simplificar los procesos de facturación, aunque genera cierta preocupación entre los afectados por la adaptación requerida.


Adaptación técnica y preocupaciones iniciales

El cambio a Verifactu implica conectar los sistemas de facturación actuales con la plataforma de la Agencia Tributaria, un proceso que las autoridades describen como relativamente sencillo. Sin embargo, surgen dudas sobre la compatibilidad de software antiguo, la capacitación del personal y la posible aparición de costes no previstos en la migración. Muchos profesionales temen que lo que parece una simple actualización pueda convertirse en un desafío técnico y financiero inesperado, especialmente para pequeñas empresas con recursos limitados.

Plazos diferenciados y estrategias de implementación

La Administración ha establecido plazos diferenciados: las empresas deben cumplir desde el próximo mes, mientras los autónomos tienen hasta julio. Esta escalonamiento busca facilitar la transición, pero también crea confusión sobre los requisitos exactos para cada grupo. Expertos recomiendan comenzar la adaptación inmediatamente, verificando la compatibilidad de sistemas y consultando con asesores fiscales para evitar sanciones por incumplimiento una vez finalicen los periodos de gracia.

Ahora toca rezar para que la conexión no falle justo cuando tengas que facturar ese proyecto urgente, porque con la suerte que tenemos con estas cosas, igual se come la factura el sistema y tienes que explicarle a Hacienda que fue un acto de divina intervención digital.