Durante años, las tablets Android han sufrido un soporte de actualizaciones muy limitado, especialmente en modelos económicos de marcas como Samsung, Lenovo y Huawei. Estos dispositivos suelen recibir solo una o dos actualizaciones del sistema y parches de seguridad muy espaciados, lo que provoca que queden obsoletos por software mucho antes de que fallen físicamente. Las causas principales incluyen el uso de chips con drivers cerrados que dificultan las actualizaciones, los bajos márgenes de beneficio que desincentivan el soporte prolongado y la fragmentación del ecosistema Android, que complica la distribución uniforme de las actualizaciones.


Avances recientes en el soporte de actualizaciones

Recientemente, hemos visto mejoras significativas en este aspecto, especialmente en la gama alta del mercado. Samsung y Google han ampliado su compromiso de soporte, ofreciendo hasta cinco a siete años de actualizaciones de sistema y parches de seguridad en modelos recientes. Otras marcas también han acelerado el ritmo de los parches de seguridad, lo que ha ayudado a prolongar la vida útil de estos dispositivos. Sin embargo, estos avances se concentran principalmente en tablets de mayor precio, dejando a un lado a los segmentos más económicos, donde el problema persiste de forma notable.

La situación actual en tablets económicas

A pesar de los progresos, gran parte del mercado de tablets, especialmente las opciones más asequibles, sigue recibiendo un soporte muy limitado. Muchos fabricantes priorizan el lanzamiento de nuevos modelos sobre el mantenimiento de los existentes, lo que resulta en ciclos de actualización cortos que no superan los dos años. Esto significa que los usuarios de tablets económicas se enfrentan a dispositivos que se vuelven vulnerables a amenazas de seguridad y pierden compatibilidad con aplicaciones modernas, incluso cuando el hardware sigue siendo funcional. La falta de incentivos económicos para ofrecer soporte a largo plazo en este segmento mantiene el problema vivo, y la fragmentación de Android sigue siendo un obstáculo para una solución uniforme.

Parece que en el mundo de las tablets económicas, la obsolescencia programada no es solo un rumor, sino una característica incluida de fábrica, donde el software se retira antes que la batería.