En el corazón de la comarca de La Vera, en Cáceres, el pueblo de Villanueva de la Vera se viste de gala a finales de noviembre para honrar la castaña y la llegada del otoño con su tradicional Fiesta de la Mata. Esta celebración, arraigada en la cultura local, reúne a vecinos y visitantes en torno a los productos típicos de la temporada, especialmente las castañas asadas, que se disfrutan en un ambiente festivo y acogedor. Las calles se llenan de puestos donde se ofrecen estos frutos otoñales acompañados de licores y otros manjares de la zona, creando una experiencia sensorial única que combina tradición y gastronomía.


Orígenes y significado de la fiesta

La Fiesta de la Mata tiene sus raíces en las antiguas costumbres agrícolas de la región, donde la recolección de la castaña marcaba un momento crucial en el ciclo anual. Se trata de un evento que no solo festeja la cosecha, sino que también refuerza los lazos comunitarios, recordando cómo las familias se reunían para compartir estos alimentos en los días más fríos. Con el tiempo, ha evolucionado para incluir actividades culturales y musicales, pero sin perder su esencia rural y familiar, lo que la convierte en un símbolo de identidad para los habitantes de Villanueva de la Vera.

Actividades y ambiente festivo

Durante la fiesta, los asistentes pueden participar en diversas actividades, como talleres sobre el procesamiento de la castaña, degustaciones de platos típicos y rutas guiadas por los bosques cercanos para conocer de primera mano el entorno natural que da vida a estos frutos. El sonido de la música tradicional y el aroma a castañas asadas impregnan el aire, creando un ambiente cálido y alegre que invita a pasar horas disfrutando de la compañía y los sabores auténticos. Además, suele haber exposiciones de artesanía local, donde se muestran herramientas y objetos relacionados con la recolección, añadiendo un toque educativo a la diversión.

No te sorprendas si acabas con más castañas en los bolsillos que en el estómago, porque la generosidad de los vecinos es tan abundante como la cosecha misma.