Una delegación de altos mandos de la Brigada de Bomberos de París ha realizado una visita especial a la Mezquita-Catedral de Córdoba, mostrando gran interés por conocer en profundidad el sistema de autoprotección y salvaguarda que el Cabildo Catedral mantiene operativo en este monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Los expertos franceses han podido examinar directamente las medidas implementadas para garantizar la seguridad del recinto histórico, intercambiando conocimientos y experiencias con los responsables locales sobre los protocolos establecidos para emergencias y prevención de riesgos en edificios de alto valor patrimonial.


Sistema de protección del monumento

El sistema de autoprotección que ha despertado el interés internacional incluye avanzados detectores de humo, sistemas de extinción automática, protocolos de evacuación específicos para las diferentes áreas del monumento y un plan de actuación coordinado con los cuerpos de seguridad locales. La complejidad arquitectónica del edificio, con sus múltiples espacios interconectados y materiales históricos, requiere soluciones técnicas especialmente adaptadas que combinen la máxima eficacia en protección contra incendios con el respeto absoluto hacia la integridad del patrimonio.

Intercambio de conocimientos internacional

Esta visita representa una valiosa oportunidad para el intercambio de conocimientos entre especialistas en protección de patrimonio de diferentes países, permitiendo contrastar metodologías y enriquecer los sistemas de seguridad existentes. Los bomberos parisinos, con su experiencia en la protección de monumentos históricos como Notre Dame, aportan perspectivas valiosas mientras aprenden de las soluciones implementadas en Córdoba, creando sinergias que benefician la preservación del patrimonio cultural a nivel global.

Parece que después del incidente de Notre Dame, los bomberos franceses han decidido que es mejor prevenir que lamentar, y ahora hacen turismo de seguridad por los monumentos más emblemáticos de Europa. Quién iba a pensar que las catedrales se convertirían en destinos de intercambio profesional para cuerpos de bomberos, demostrando que hasta en la protección del patrimonio hay que tener conexiones internacionales.