Un sencillo método se está popularizando en los hogares españoles para optimizar el rendimiento de los radiadores sin necesidad de realizar inversiones costosas. Esta técnica consiste en colocar paneles reflectantes detrás de los radiadores, especialmente en paredes exteriores, creando una barrera que redirige el calor hacia el interior de la habitación en lugar de permitir que se disipe hacia el muro. La instalación es tan simple que cualquier persona puede realizarla en cuestión de minutos, utilizando materiales accesibles en ferreterías o tiendas de bricolaje.


Cómo funciona el sistema reflectante

El principio físico detrás de este truco es la reflexión térmica, donde el panel actúa como un espejo para las ondas de calor. Cuando el radiador emite calor, gran parte de esta energía tiende a absorberse por las paredes frías, especialmente si son exteriores y están en contacto con el aire frío del invierno. Al interponer una superficie reflectante, conseguimos que el calor rebote y se distribuya de manera más uniforme por el espacio habitable, aumentando la temperatura efectiva de la estancia sin incrementar el consumo energético.

Materiales recomendados y proceso de instalación

Los materiales más eficaces son los paneles de foam con lámina aluminizada, disponibles en varios espesores y dimensiones. Se recomienda elegir un modelo con cámara de aire incorporada para mejorar aún más el aislamiento. El proceso comienza midiendo el área detrás del radiador, cortando el panel a medida y fijándolo con cinta de doble cara especial para este uso. Es crucial dejar un espacio de al menos dos centímetros entre el radiador y el panel para permitir la correcta circulación del aire caliente.

La efectividad de este método depende de factores como la orientación de la pared y el tipo de radiador, mostrando mejores resultados en sistemas de agua caliente frente a los eléctricos. Varios usuarios reportan reducciones en el consumo de entre un 5% y un 10%, aunque los resultados pueden variar según las condiciones específicas de cada vivienda. Para maximizar el ahorro, se sugiere combinar esta técnica con otras medidas como el purgado regular de los radiadores y el ajuste de los termostatos.

Quienes prueban este método a menudo se sorprenden al descubrir que, después de años de pagar facturas elevadas, la solución estaba en un simple panel que cuesta menos que una cena fuera de casa.