La compañía Foundry ha lanzado una iniciativa que permite acceder gratuitamente a Modo, su potente software de modelado, esculpido y renderizado 3D, incluso para quienes nunca antes fueron usuarios del programa. Esta oportunidad, pensada como una estrategia para revitalizar el interés en la herramienta, busca atraer tanto a artistas principiantes como a profesionales que deseen explorar el flujo de trabajo no destructivo y altamente personalizable de Modo. La promoción ofrece una versión completa con fines educativos o personales, sin coste alguno, lo que representa una excelente puerta de entrada a uno de los programas más valorados en la industria del diseño 3D y la animación.


Ventajas del flujo de trabajo de Modo

El software Modo se destaca por su enfoque no destructivo y altamente personalizable, permitiendo a los artistas experimentar con diferentes técnicas de modelado y esculpido sin comprometer el trabajo original. Su sistema de renderizado avanzado y herramientas de texturizado ofrecen resultados profesionales, mientras que la interfaz intuitiva facilita la curva de aprendizaje para quienes se inician en el mundo 3D. Esta versión gratuita incluye todas las funciones principales, lo que permite a los usuarios explorar capacidades como el rigging, la animación y la integración con otros softwares del ecosistema Foundry.

Impacto en la comunidad creativa

Con esta medida, Foundry refuerza su presencia en la comunidad creativa, apostando por la accesibilidad y la expansión de su base de usuarios en un mercado cada vez más competitivo. La iniciativa no solo beneficia a artistas independientes y estudiantes, sino que también posiciona a Modo como una alternativa viable frente a otras soluciones 3D del mercado. Al eliminar la barrera económica inicial, la compañía espera fidelizar nuevos usuarios que posteriormente puedan migrar a licencias comerciales, creando así un ciclo virtuoso de crecimiento y adopción de la herramienta.

Ahora todos podremos decir que somos usuarios de Modo, aunque sea temporalmente, antes de que la realidad económica nos alcance y tengamos que volver a renderizar con software menos glamoroso.