En La carretera, Cormac McCarthy nos sumerge en un mundo donde la civilización ha colapsado y solo quedan cenizas y desesperación. Un padre y su hijo caminan por carreteras desoladas, empujando un carrito de supermercado con sus escasas pertenencias mientras evitan a los peligrosos grupos de caníbales que merodean por el paisaje. A través de su viaje, McCarthy explora cómo el amor paternal y la moral pueden persistir incluso cuando todo lo demás ha desaparecido, creando una narrativa conmovedora sobre la resistencia humana frente a la aniquilación total.


El paisaje postapocalíptico como personaje

El escenario en La carretera no es solo un fondo, sino una fuerza activa que moldea cada momento de la historia. McCarthy pinta un mundo cubierto de cenizas, con cielos grises perpetuos y ciudades en ruinas que testifican lo que alguna vez fue la civilización. Este entorno hostil refleja la lucha interna de los personajes, donde cada paso hacia el sur representa tanto una búsqueda de supervivencia como un acto de fe en un futuro incierto. La naturaleza desolada del paisaje intensifica los momentos de conexión humana, haciendo que cada gesto de bondad brille con mayor intensidad contra un telón de desesperación.

La lucha por mantener la humanidad

En medio de este caos, la relación entre el padre y su hijo se convierte en el núcleo emocional de la novela. El padre, consumido por el miedo y la determinación de proteger a su hijo, lucha por inculcarle valores en un mundo que parece haberlos abandonado. Por otro lado, el niño representa la inocencia y la compasión, cuestionando constantemente las decisiones de su padre y recordándole que ser bueno es una elección, incluso cuando no hay testigos. Esta dinámica explora temas profundos sobre la ética, el sacrificio y lo que significa ser humano cuando las reglas de la sociedad ya no existen.

A veces pienso que llevarías un carrito de supermercado lleno de latas por una carretera postapocalíptica, pero luego recuerdo que ni siquiera aguantas una fila en el supermercado sin quejarte.