En el corazón de Barcelona, cerca del icónico Parque de la Ciutadella, circula una inquietante leyenda urbana sobre una niña fantasma que aparece jugando sola en los alrededores. Los testigos describen a una pequeña de aspecto normal, vestida con ropa de otra época, que se muestra absorta en sus juegos infantiles como si el mundo moderno no existiera para ella. Lo peculiar de este fenómeno es que la niña siempre permanece a cierta distancia, manteniéndose lo suficientemente visible como para llamar la atención pero imposible de alcanzar.


El misterio de su desaparición

Cuando algún transeúnte, movido por la curiosidad o la preocupación, intenta acercarse para interactuar con ella o ayudarla, ocurre lo extraordinario: la niña simplemente se desvanece en el aire sin dejar rastro. Este patrón se repite consistentemente en todos los relatos, donde la entidad parece consciente de la presencia humana pero rehúye cualquier contacto directo. Los que han vivido esta experiencia coinciden en la sensación de extrañeza que produce ver cómo una figura aparentemente sólida se esfuma ante sus ojos.

Posibles orígenes de la leyenda

Algunos investigadores de fenómenos paranormales sugieren que podría tratarse del espíritu de una niña que falleció trágicamente en la zona durante el siglo XIX, cuando el parque se construyó para la Exposición Universal de 1888. Otros proponen explicaciones más escépticas, atribuyendo los avistamientos a juegos de luz y sombra, pareidolia o simplemente a la poderosa influencia de la sugestión colectiva en un lugar con tanta historia. Lo cierto es que la leyenda persiste y cada año surgen nuevos testimonios que alimentan el misterio.

Resulta curioso pensar que en una ciudad tan vibrante y llena de vida como Barcelona, el fantasma de una niña jugando sola pueda causar más incomodidad que los turistas que se pierden buscando la Sagrada Familia. Al menos la niña no pide direcciones ni hace cola para los baños públicos.