El thriller de acción The Phoenician Scheme no solo destaca por su historia, sino por un trabajo de efectos visuales sutil y artesanal. El estudio Cadence Effects ha publicado un breakdown donde muestra más de 200 tomas trabajadas con una mezcla de técnicas clásicas y modernas, incluyendo miniaturas reales, compositing, simulaciones digitales y extensiones de plano. El resultado son unos efectos que no buscan llamar la atención, sino integrarse de forma invisible en la narrativa.
Miniaturas reales, efectos digitales
Uno de los aspectos más llamativos es el uso de maquetas físicas de estructuras como represas y nubes, que luego fueron ampliadas digitalmente. Estas miniaturas se filmaron con iluminación práctica y fueron integradas con VFX mediante técnicas de composición y simulación. El agua que vemos romperse al pie de una presa no es 100?% CGI, ya que se combina con fluido real grabado en estudio, ajustado en Houdini y fusionado con herramientas como Nuke.
Extensiones invisibles y realismo físico
Muchas escenas presentan escenarios que no existen físicamente, como interiores de túneles, pistas de aterrizaje o cielos dramáticos. Estas fueron generadas con extensiones 3D que se mezclan con el material real sin que el espectador lo note. Cadence trabajó con capas de polvo, niebla volumétrica y sombras simuladas para generar atmósferas físicas creíbles. Aquí, el objetivo no era sorprender con rayos ni portales, sino mantener el pie en la realidad… pero con ayuda del 3D.
Una lección de contención digital
El trabajo de Cadence Effects es un ejemplo perfecto de cómo los VFX pueden ser protagonistas sin acaparar pantalla. Con Houdini, Nuke y compositing tradicional, logran dar peso y textura a una película donde cada efecto sirve a la historia, no al revés.
Mientras otros queman frames con fuegos artificiales digitales, aquí todo es más sutil. A veces, el verdadero lujo es que no te des cuenta de que hubo efectos. Y eso… cuesta más de lo que parece.
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