Cita:
Los escraches tenemos que entenderlos como la actualización en el siglo XXI de la rendición de cuentas democrática, de la exigencia del cumplimiento cabal de los programas electorales (o la convocatoria de nuevos comicios), de la reclamacción de comportamientos acordes con la soberanía popular, de la renovación de la construcción de la voluntad popular más allá de la distancia qué marcan los partidos, de la reivindicación de la honestidad en el ejercicio de los cargos públicos.
Déjenme repetirlo: los escraches son el penúltimo intento amable de un pueblo que quiere hacerse escuchar.
Y
Cita:
Cuando crean que han acabado con los escraches, se verán otra vez desbordados por esa inteligencia colectiva qué ya tendrá pensado el siguiente paso. Y esa inteligencia está siendo el mejor fruto de este tiempo terrible: la capacidad de los ciudadanos para organizarse, convocarse, reapropiarse del espacio público, protegerse, burlar la represión, ser autónomos, ser eficaces, construir comunidad. No todo son malas noticias.