En los Crímenes de Grindelwald, los efectos visuales juegan un papel fundamental para dar vida a un mundo lleno de magia y criaturas impresionantes. Desde la creación de entornos que parecen sacados de otro universo, hasta la animación de criaturas que nunca antes habíamos visto, cada detalle se trabaja con una precisión asombrosa. Las batallas, especialmente la escena final, están llenas de acción y magia, donde los efectos no solo sirven para dar espectáculo, sino también para contar la historia de manera visualmente impactante.
Las criaturas como los dragones de fuego no solo son impresionantes a nivel técnico, sino que se integran de manera tan fluida con los actores y el escenario que hacen que todo se sienta real, a pesar de ser completamente fantástico. Lo impresionante aquí no es solo el nivel de detalle, sino cómo los efectos se entrelazan perfectamente con la narrativa, manteniendo la magia viva en cada escena.
Al final, lo que ves en pantalla es el resultado de un trabajo meticuloso donde la tecnología y la creatividad se unen para crear una experiencia visual que te atrapa y no te suelta.