Este emotivo filme explora cómo los recuerdos de Hilu, quien pasó décadas creando dibujos basados en su experiencia, cobran vida a través de la animación.
A lo largo de la película, el espectador es testigo de cómo estos recuerdos se transforman en un relato visual que conecta el pasado con el presente, abordando temas como el antisemitismo y la memoria histórica.
La película también destaca la relevancia de preservar estos testimonios, especialmente en tiempos de creciente negación del Holocausto.