Corto de stop-motion explora el turismo oscuro en Chernóbil

Tour atómico: Cuando el stop-motion visita Chernóbil con marionetas
En el mundo del cine, Bruno Collet ha decidido que la mejor manera de abordar el turismo oscuro es con plastilina y paciencia infinita. Su cortometraje Tour atómico lleva a las marionetas de stop-motion a lugares donde pocos se atreverían a ir con una cámara normal, demostrando que incluso las tragedias nucleares pueden ser contadas con un toque de humor absurdo. 🎭
"Si tu viaje escolar fue aburrido, prueba visitar Chernóbil en stop-motion"
Un Chernóbil en miniatura (con todo y radiación)
Este corto de 12 minutos nos presenta:
- Escenarios en miniatura: Más detallados que la maqueta de tu proyecto de ciencias
- Técnicas mixtas: Desde plastilina hasta impresión 3D
- IA como asistente: Porque hasta las marionetas necesitan tecnología
- Humor negro: Para reírnos de lo que probablemente no deberíamos

La receta secreta del caos creativo
Para crear este peculiar tour nuclear, el equipo necesitó:
- Kilos de plastilina (que probablemente terminaron en las paredes)
- Impresoras 3D con tendencia a atascarse en los peores momentos
- Cámaras de stop-motion y mucha, mucha paciencia
- Café en cantidades industriales (el verdadero combustible creativo)
El resultado es una mezcla de artesanía tradicional y tecnología moderna que haría llorar de emoción a cualquier profesor de arte. 🖌️
Rodar con marionetas: más difícil que domar gatos
Detrás de cámaras, el equipo enfrentó desafíos épicos:
- Muñecos que se negaban a mantener la pose
- Luces que cambiaban de humor más rápido que un actor de método
- La eterna batalla contra el tiempo (y el presupuesto)
- La necesidad de reutilizar escenarios como en una obra escolar
Pero como todo buen proyecto artístico, los problemas se convirtieron en anécdotas... y las anécdotas en historias que probablemente merecerían su propio documental. Porque cuando trabajas con marionetas en Chernóbil, el caos está garantizado. 😅