Un espeleólogo queda atrapado en un paso estrecho dentro de una cueva compleja. Los equipos de rescate no pueden acceder físicamente para evaluar la situación. Para resolver esto, introducen un dron-escáner LiDAR de pequeño tamaño, como el Hovermap o el Flyability ELIOS, diseñado para volar en espacios confinados. Este dron vuela por los túneles y recoge millones de puntos de datos que definen la geometría exacta de la cavidad. La misión es crear un modelo tridimensional completo del sistema para encontrar una ruta segura hacia la persona atrapada.


Procesar los datos del escáner para generar un mapa 3D

Los datos del LiDAR, una nube de puntos masiva, se transfieren a un ordenador en superficie. Los técnicos usan software especializado como FARO Scene o Leica Cyclone para procesar y limpiar estos datos. Alinean los diferentes barridos del dron y generan una malla 3D precisa y georreferenciada de toda la cueva. Este modelo digital se convierte en el mapa de trabajo principal, mostrando cada galería, estrechamiento y desnivel con exactitud milimétrica. Los rescatistas pueden rotar y seccionar virtualmente este modelo para estudiar cada rincón.

Usar el modelo 3D para simular y planificar la extracción

Con el modelo completo, el equipo de rescate importa los datos a entornos como Blender o Unity. En estos programas, no solo navegan por la cueva de forma virtual, sino que también simulan operaciones clave. Pueden probar si un socorrista con su equipo puede pasar por un conducto angosto, o calcular la longitud exacta de las cuerdas necesarias. Esta planificación virtual permite ensayar la operación, identificar riesgos y decidir la estrategia más segura antes de que ningún rescatista entre en la cueva. Así, se optimizan los recursos y se reduce el peligro para todos.

La próxima vez que alguien diga que los videojuegos no sirven para nada, puedes mencionar que sus motores gráficos ayudan a salvar vidas bajo tierra.