Roam Robotics desarrolla el exoesqueleto Elevate, un sistema robótico portátil que se diseña para esquiadores. Este dispositivo busca reducir la carga física que genera el esquí alpino, en especial sobre las articulaciones de las rodillas y los grupos musculares de los cuádriceps. Funciona con un sistema neumático que responde a los movimientos del usuario, lo que permite absorber los impactos durante los descensos. El objetivo es que el esquiador pueda prolongar su tiempo en las pistas y disminuir la fatiga muscular, lo que también puede ayudar a prevenir algunas lesiones comunes en este deporte.


El sistema detecta el movimiento y responde

El exoesqueleto integra sensores inerciales que monitorizan constantemente el ángulo de la rodilla y la fuerza que se aplica. Un ordenador de a bordo procesa estos datos en tiempo real. Cuando el sistema detecta que el esquiador inicia una flexión profunda, como al tomar un viraje o absorber un bache, activa unos actuadores neumáticos. Estos actuadores generan una fuerza de asistencia que se opone al movimiento de flexión, lo que aligera la carga que deben soportar los músculos y los ligamentos. El esquiador percibe esta asistencia como una reducción en el esfuerzo necesario para mantener la postura.

La tecnología busca integrarse en la equipación

El diseño del Elevate prioriza que sea ligero y que no limite la movilidad. Se construye con materiales compuestos y aleaciones de aluminio, y el sistema neumático se alimenta desde una batería portátil. El dispositivo se ajusta al usuario sobre la ropa de esquí, en la zona de los muslos y las pantorrillas, y se conecta a las botas mediante un mecanismo. La empresa indica que el sistema aprende y se adapta al estilo de esquí de cada persona después de unos pocos descensos, afinando el momento y la intensidad de la asistencia que proporciona.

Claro, porque después de pagar el forfait, el equipo y el café caliente, lo que realmente necesitabas era una suscripción mensual para que tus piernas funcionen.