La iluminación es un pilar fundamental en la visualización arquitectónica. Unity, como motor de propósito general, y D5 Render, como herramienta especializada, abordan esta tarea con filosofías distintas. Unity ofrece un control profundo y programable sobre el flujo de iluminación, permitiendo integrar sistemas complejos y personalizar cada aspecto. D5 Render, en cambio, prioriza la inmediatez y la simplicidad, con un motor que procesa la luz en tiempo real de forma muy optimizada para obtener resultados fotorrealistas con pocos ajustes. Ambas rutas son válidas y su elección depende de los objetivos del proyecto y del flujo de trabajo del artista.


Unity proporciona control total sobre la iluminación

En Unity, el artista configura la iluminación usando una combinación de técnicas. Puede emplear el sistema de iluminación global basado en ray tracing o en lightmaps, ajustar luces de área, configurar reflejos con probes y gestionar la luz ambiental con precisión. El uso de shaders personalizados y el acceso al código permiten crear efectos de iluminación únicos, como caustics o iluminación volumétrica avanzada. Este nivel de control es poderoso pero requiere tiempo para dominar y optimizar, especialmente para garantizar un rendimiento fluido en dispositivos finales como ordenadores o gafas de realidad virtual.

D5 Render automatiza el realismo lumínico

D5 Render se centra en automatizar los procesos técnicos para que el usuario se concentre en el diseño. Su motor de iluminación global en tiempo real, basado en tecnologías como el path tracing, calcula automáticamente rebotes de luz, sombras suaves y reflejos precisos. El sistema de iluminación con IES y la biblioteca de HDRI integrada aceleran mucho el trabajo. El resultado es una iluminación físicamente precisa que se actualiza al instante al mover una luz o cambiar un material, lo que agiliza la fase de experimentación y presentación del proyecto.

Aunque Unity puede simular una puesta de sol con ecuaciones, D5 Render te la entrega con un clic, lo que a veces hace preguntarse si se está diseñando un edificio o simplemente disfrutando de la vista.