El sistema de almacenamiento Hive, implementado por la empresa británica Ocado, es una estructura tridimensional de rejilla que funciona como un colmena automatizada. Miles de robots se mueven por la parte superior de esta estructura, que alberga decenas de miles de contenedores con productos. Un sistema de control central coordina todos los movimientos para evitar colisiones y optimizar las rutas. Los robots no transportan los productos directamente, sino que desplazan los contenedores que los contienen.


Los robots colaboran para preparar pedidos

Cuando un cliente hace un pedido online, el sistema identifica la ubicación de cada artículo dentro de la rejilla. Los robots se dirigen a las coordenadas exactas, se acoplan al contenedor necesario y lo extraen para llevarlo a una estación de picking. Allí, un operario humano o un brazo robótico retira el producto específico que se solicita. Luego, el robot devuelve el contenedor a su lugar en la estructura. Este proceso permite que múltiples robots trabajen en paralelo en un mismo pedido, lo que acelera el tiempo total para completarlo.

La estructura permite una densidad de almacenamiento alta

La rejilla tridimensional, similar a un enorme sistema de estanterías, aprovecha el volumen total del almacén de forma muy eficiente. Los robots se deslizan en un plano horizontal sobre la parte superior de la estructura, lo que libera el espacio inferior para otras operaciones logísticas. Este diseño elimina la necesidad de pasillos fijos para que accedan personas o carretillas, ya que los robots pueden alcanzar cualquier punto desde arriba. La red de rieles por la que circulan les permite moverse en dos ejes, otorgándoles una gran libertad de movimiento dentro de un plano.

Un pedido de huevos, leche y cereales puede involucrar a una docena de robots moviéndose en un ballet coordinado, mientras un operario espera en su estación, quizá preguntándose si alguna máquina se distraerá y traerá un contenedor de detergente por error.