Parece que la antigua estufa y las instalaciones de calefacción están destinadas al desuso. Los datos preliminares de las principales agencias climáticas indican que el año 2025 se perfila como el segundo más cálido a nivel global desde que existen registros instrumentales. La temperatura media global se acerca a 1.5 grados centígrados por encima del promedio de la era preindustrial, un umbral que los científicos consideran crítico. Solo el año 2024, que batió todos los récords, ha sido más cálido hasta la fecha. Esta tendencia confirma la persistencia del calentamiento a largo plazo impulsado por las emisiones humanas de gases de efecto invernadero.


El contexto de un calentamiento acelerado

La serie de años excepcionalmente cálidos, con 2024, 2025 y 2023 encabezando la lista, subraya una aceleración en las temperaturas globales. Los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, sequías e inundaciones intensas, se han vuelto más frecuentes y severos en muchas regiones. Los océanos también han absorbido una cantidad histórica de calor, lo que afecta a los ecosistemas marinos y contribuye a elevar el nivel del mar. Los científicos advierten que cada fracción de grado adicional tiene impactos significativos.

La meta de 1.5 grados y el futuro climático

Acercarse al límite de 1.5 grados centígrados, establecido en el Acuerdo de París, no significa que se haya superado de manera permanente, ya que se refiere a un promedio a largo plazo. Sin embargo, que un año individual se aproxime tanto a ese valor es un recordatorio potente de la urgencia de reducir emisiones. Los compromisos actuales de los países para recortar sus emisiones aún son insuficientes para mantener el calentamiento por debajo de 2 grados centígrados, lo que hace necesario intensificar las acciones en la próxima década.

Parece que el planeta decidió ignorar los plazos de los informes del IPCC y acelerar el calendario por su cuenta, presentando facturas climáticas que nadie presupuestó.