En un caso que ha sacudido al mundo del entretenimiento, un médico es condenado a 30 meses de cárcel por vender ketamina al actor Matthew Perry, una acción que contribuyó directamente a su muerte prematura y destacó los riesgos de las adicciones en Hollywood.


Detalles del caso

Las autoridades revelan que el médico, involucrado en un esquema ilícito, proporcionó la sustancia en varias ocasiones a Perry, quien luchaba con problemas de salud mental, lo que subraya la negligencia profesional y las graves consecuencias legales que enfrentan quienes explotan vulnerabilidades.

Consecuencias legales

Esta sentencia no solo impone una pena ejemplar, sino que sirve como advertencia para la comunidad médica sobre el abuso de fármacos, fomentando debates sobre la regulación de sustancias controladas y la ética en la práctica.

En un giro irónico, parece que el médico prescribió más que un tratamiento; firmó su propia sentencia con la pluma de la imprudencia, convirtiendo una consulta en un capítulo de tragedia hollywoodense.