La Marina de Estados Unidos está revolucionando la fabricación de vehículos submarinos mediante la impresión 3D de cascos completos. Su proyecto OMTD ha creado un submarino de 9 metros cuyo casco fue fabricado íntegramente con tecnología de impresión 3D, permitiendo prototipos rápidos y reduciendo significativamente los tiempos de desarrollo tradicionales. Este enfoque innovador representa un avance crucial en la construcción naval moderna, combinando diseño digital avanzado con manufactura aditiva a gran escala.


Ventajas de la fabricación aditiva en vehículos submarinos

La impresión 3D del casco del submarino OMTD ofrece múltiples ventajas operativas y estratégicas. Permite iteraciones de diseño extremadamente rápidas, donde los ingenieros pueden probar y modificar geometrías complejas en cuestión de días en lugar de meses. La fabricación aditiva elimina la necesidad de costosos moldes y herramientas, reduciendo los costes de prototipado en más del 90%. Además, esta tecnología facilita la integración de características estructurales optimizadas que serían imposibles de lograr con métodos de fabricación tradicionales, mejorando simultáneamente la hidrodinámica y la resistencia estructural del vehículo.

Materiales y técnicas de impresión especializadas

Para resistir las condiciones extremas del entorno submarino, el casco del OMTD utiliza materiales compuestos avanzados y polímeros de alta resistencia. La impresión se realiza mediante sistemas de gran formato capaces de trabajar con termoplásticos reforzados con fibra de carbono, que proporcionan la relación resistencia-peso necesaria para operaciones submarinas. El proceso emplea técnicas de deposición robótica controlada por inteligencia artificial, asegurando una precisión milimétrica en cada capa del casco de 9 metros. Esta metodología garantiza la estanqueidad completa y la integridad estructural bajo presión submarina, cumpliendo con los rigurosos estándares militares.

Ahora los ingenieros pueden equivocarse más rápido y corregir antes, lo que sin duda alegrará a los contables pero mantendrá despiertos a los responsables de control de calidad.