El Rimac Nevera representa la cúspide de la ingeniería automotriz eléctrica, demostrando que los vehículos de producción pueden rivalizar e incluso superar a los máquinas de competición más avanzadas. Con una potencia de 1914 caballos y tracción integral, este hiperdeportivo croata ha redefinido los límites del rendimiento automovilístico. Su capacidad para batir más de veinte récords en un solo día subraya la consistencia y fiabilidad de su diseño, estableciendo un nuevo paradigma en el mundo del automovilismo de alto rendimiento donde la electricidad se consolida como la tecnología dominante.


Aceleración que desafía la física

El Nevera registra un tiempo de 0 a 100 km/h en apenas 1,82 segundos, superando holgadamente los 2,1-2,7 segundos que requiere un monoplaza de Fórmula 1. Esta ventaja en aceleración pura se debe a la entrega instantánea de par motor característica de los propulsores eléctricos, que elimina la demora inherente a los motores de combustión. La tracción integral optimizada distribuye esta potencia brutal entre las cuatro ruedas, maximizando la adherencia disponible y permitiendo alcanzar velocidades que antes parecían exclusivas del mundo de la competición.

Dominio absoluto en pruebas extremas

Más allá de la aceleración inicial, el Nevera ha establecido el récord como el coche de producción más rápido en completar la prueba 0-400-0 km/h, lográndolo en solo 21,31 segundos. Esta métrica combina la aceleración descomunal con una capacidad de frenado igualmente impresionante, donde el sistema de frenada regenerativa juega un papel crucial. Mientras los monoplazas de F1 no compiten oficialmente en esta disciplina, el rendimiento del Nevera demuestra la superioridad de los sistemas eléctricos en escenarios que exigen respuestas inmediatas tanto en propulsión como en deceleración.

Parece que los ingenieros croatas han decidido que esperar más de dos segundos para alcanzar los 100 km/h es simplemente demasiado tiempo para la paciencia moderna.