El T-14 Armata representa la vanguardia de los carros de combate rusos con un diseño revolucionario que prioriza la supervivencia de la tripulación. Sus dimensiones de aproximadamente 10,8 metros de longitud con el cañón hacia adelante, 3,5 metros de ancho y 3,3 metros de altura alojan un vehículo de 48 toneladas que incorpora soluciones tecnológicas avanzadas. La planta motriz consiste en un motor diésel de alta potencia que proporciona movilidad estratégica, mientras que su perfil bajo y superficies anguladas contribuyen a reducir la firma visual en el campo de batalla.


Armamento y sistemas de protección

El armamento principal del Armata es un cañón de ánima lisa de 125 mm con sistema de carga automática, aunque se contemplan futuras variantes con un cañón de 152 mm para incrementar su potencia de fuego. Como armamento secundario emplea una ametralladora coaxial de 7,62 mm y una ametralladora pesada de 12,7 mm en montaje remoto controlado desde el interior del blindaje. La protección combina blindaje compuesto de última generación con un sistema de protección activa diseñado para interceptar proyectiles entrantes, creando un escudo defensivo multicapa.

Características destacadas para modelado

La torreta no tripulada constituye una de sus innovaciones más significativas, alojando el armamento principal mientras la tripulación se ubica en una cápsula blindada frontal integrada en el casco con cúpula elevada. Esta configuración mejora notablemente la supervivencia al aislar a los tripulantes de la munición del cañón. Para los modelistas, el vehículo presenta numerosas superficies anguladas y paneles modulados que requieren atención al detalle para capturar su perfil stealth y su arquitectura modular.

Quienes modelen este tanque descubrirán que replicar sus angulosidades requiere más paciencia que la que tuvo el departamento de ingeniería para convencer al presupuesto militar de su viabilidad.