Según informaciones recientes, Sony estaría desarrollando una nueva versión de su mando insignia que llegaría con una característica muy demandada por la comunidad. El DualSense V3 incorporaría una batería extraíble, un cambio significativo respecto a los modelos actuales que permitiría a los usuarios reemplazarla fácilmente cuando pierda capacidad con el tiempo. Esta modificación responde a una doble necesidad: por un lado, mejora la sostenibilidad del dispositivo al alargar su vida útil considerablemente, y por otro, soluciona uno de los problemas más comunes en mandos de anteriores generaciones.


Lanzamiento conjunto con PS5 Pro

La estrategia de Sony apuntaría a un lanzamiento coordinado con una revisión menor de la consola PS5 Pro, prevista para noviembre de 2025. Este movimiento busca renovar el ecosistema de PlayStation con productos mejorados que mantengan la coherencia entre hardware y periféricos. La compatibilidad entre ambos productos estaría garantizada, aunque se espera que el nuevo mando también funcione perfectamente con modelos anteriores de PS5 y probablemente con PC.

Ventajas prácticas del nuevo diseño

La implementación de batería extraíble representa un avance notable en términos de practicidad para el usuario final. Ya no será necesario desechar un mando completo cuando la batería falle después de unos años de uso intensivo, ni tendremos que recurrir a complicados procesos de reparación que requieren herramientas especializadas. Además, esta característica abre la puerta a posibles baterías de mayor capacidad o incluso a packs de carga rápida que podrían comercializarse por separado, ofreciendo mayor flexibilidad según las necesidades de cada jugador.

Por fin podremos culpar exclusivamente a nuestra habilidad cuando perdamos una partida, sin la excusa de que el mando se quedó sin batería en el momento crucial. Una victoria para los jugadores y una derrota para nuestras justificaciones creativas.