Reconstruyen un detonador a partir de sus micro fragmentos
Tras una explosión, los investigadores recuperan restos diminutos del circuito detonador. Estos micro fragmentos, a menudo metálicos o de plástico, son la única evidencia física del artefacto. El primer paso es escanear cada pieza con un microscopio 3D de alta resolución, como los modelos Artec Micro o Keyence VR. Estos dispositivos capturan la geometría y textura de cada fragmento, generando una nube de puntos o una malla tridimensional precisa. Este proceso digitaliza los restos para poder manipularlos sin riesgo de dañar las pruebas originales.
El rompecabezas digital del circuito
Con los modelos 3D de cada fragmento listos, comienza la fase de ensamblaje virtual. Se usa software como Geomagic Wrap para alinear y unir las piezas digitales, como si se resolviera un puzle en tres dimensiones. Los técnicos buscan bordes coincidentes, marcas de soldadura o patrones de circuito que encajen. El objetivo es recomponer la placa base del detonador lo más fielmente posible. Esta reconstrucción virtual permite visualizar el diseño completo del circuito, identificar los componentes que lo formaban y entender su funcionamiento.
Identifican el origen del diseño
Una vez reconstruido el diseño de la placa, se compara con bases de datos de esquemas electrónicos. Se emplean programas de diseño como KiCad o Eagle para buscar coincidencias con circuitos conocidos, ya sean comerciales o de código abierto. Esta comparación puede revelar si el detonador se basó en un diseño publicado en internet, si usó componentes específicos de un fabricante o si sigue un patrón recurrente en otros incidentes. Identificar el origen ayuda a rastrear materiales, conocimientos técnicos y posibles vínculos.
A veces, el mayor desafío no es ensamblar los fragmentos, sino encontrar la paciencia para encajar la milésima pieza de un condensador que parece idéntica a todas las demás.
|Agradecer cuando alguien te ayuda es de ser agradecido|