Comprar memoria RAM ahora conlleva un riesgo inusual que va más allá de pagar un precio alto. El mercado actual sufre por la proliferación de estafas con módulos falsificados, un problema que crece junto con la importancia y el costo de este componente. Los timadores venden memorias que no cumplen lo prometido, ya sea porque tienen menos capacidad o una velocidad inferior a la anunciada. Muchas veces recuperan chips viejos de equipos desechados para reetiquetarlos y venderlos como nuevos, o incluso embalan módulos que no funcionan y los disfrazan como productos de gama alta. Esto genera un problema real para los usuarios que buscan mejorar su sistema.


Cómo se protege un comprador ante este fraude

Para defenderse, es crucial actuar con precaución desde el momento de la compra. Lo primero es adquirir los módulos siempre a través de vendedores autorizados y canales oficiales, aunque el precio parezca menos atractivo. Al recibir el producto, se debe verificar minuciosamente el embalaje y las etiquetas adhesivas, buscando cualquier inconsistencia en la tipografía, los logos o la información técnica. Un paso que no se puede saltar es usar software de diagnóstico una vez instalada la memoria. Herramientas como CPU-Z permiten confirmar las especificaciones reales del módulo, como su velocidad, latencias y capacidad, mientras que MemTest86 prueba su estabilidad y funcionamiento correcto para descartar fallos.

La verificación técnica es la defensa principal

La desconfianza inicial y la verificación metódica son las mejores herramientas para evitar una decepción. No confíes solo en la apariencia física del módulo o en una etiqueta impresa. Ejecutar pruebas de estrés con software especializado no solo confirma que la memoria es la que se compró, sino que también garantiza que no causará errores, pantallazos azules o inestabilidad en el sistema. Este proceso, aunque requiera tiempo extra, es la única forma de asegurar que la inversión en RAM sea sólida y que el componente funcione como se espera durante su vida útil.

A veces, el módulo que brilla como oro nuevo resulta ser tan útil como un pisapapeles muy caro y temperamental.