Las tarjetas gráficas más potentes de Nvidia, las series GeForce RTX, a menudo se usan para fines que no son jugar. Históricamente, los mineros de criptomonedas las buscaban por su capacidad para procesar. Ahora, en China, los desarrolladores que trabajan con inteligencia artificial muestran un interés similar. Estos profesionales buscan compensar la falta de acceso a aceleradores especializados, como las GPU de la serie H100, utilizando hardware de consumo de alto rendimiento. La GeForce RTX 5090, el último modelo, parece seguir esta tendencia y genera una demanda significativa en ese mercado para entrenar y ejecutar modelos de IA.


La adaptación de hardware para inteligencia artificial

Los desarrolladores chinos se enfrentan a restricciones para importar tecnología avanzada de Estados Unidos. Esta situación los lleva a buscar alternativas dentro del mercado disponible. Las GPU gaming, especialmente los modelos más potentes, ofrecen una potencia de cálculo considerable para tareas de aprendizaje profundo. Aunque no están optimizadas específicamente para ello, su arquitectura permite ejecutar los algoritmos necesarios. La RTX 5090, con su gran cantidad de núcleos | Tensor y una memoria de gran ancho de banda, se perfila como una opción viable para quienes no pueden adquirir hardware profesional.

Un patrón de demanda que se repite

Este fenómeno no es nuevo. Durante el auge de las criptomonedas, las mismas tarjetas se agotaban porque los mineros las preferían para resolver problemas matemáticos complejos. La industria del videojuego sufría escasez y precios inflados. Ahora, el ciclo parece repetirse, pero con un actor diferente: la industria de la inteligencia artificial. La alta demanda desde China para un producto que técnicamente está clasificado como hardware para jugadores ilustra cómo el mercado encuentra caminos para sortear limitaciones geopolíticas y de suministro.

Así, el componente diseñado para renderizar mundos virtuales a alta velocidad termina ayudando a crear mentes artificiales, un giro irónico que Nvidia probablemente anticipó pero que los jugadores, una vez más, podrían percibir con frustración si la disponibilidad se reduce.