La ingeniería de prompts es la habilidad clave para formular instrucciones de texto precisas. Esta disciplina no se refiere a un software específico, sino a la capacidad de comunicarse con modelos de inteligencia artificial generativa. El objetivo es guiar estos sistemas hacia resultados creativos y técnicos deseados, ya sea para generar imágenes, texto o código. Un prompt bien estructurado actúa como un plano detallado que el modelo interpreta para producir su salida.


Los principios básicos para construir un prompt efectivo

Un prompt efectivo suele combinar varios elementos clave. Especifica el sujeto principal con claridad y añade detalles sobre el estilo, la composición o la acción. Incluir términos técnicos como octane render, ray tracing o ambient occlusion orienta el resultado visual. Para tareas de modelado 3D o shaders, se pueden nombrar técnicas como subsurface scattering o displacement mapping. La precisión en el lenguaje reduce las ambigüedades y acerca el resultado a la intención original.

Estrategias avanzadas y buenas prácticas comunes

Las estrategias avanzadas implican iterar y refinar las instrucciones. Una práctica común es usar un prompt base y luego añadir capas de detalle en frases separadas por comas. Es útil asignar un peso a ciertos conceptos usando sintaxis como concepto:1.2 para darles más importancia. Referenciar artistas conocidos o movimientos artísticos ayuda a definir el estilo. Para tareas complejas, se puede dividir la solicitud en pasos o emplear prompts negativos para excluir elementos no deseados de la generación.

Un prompt vago como haz un personaje 3D puede dar resultados impredecibles, mientras que una descripción detallada permite controlar cada aspecto. La diferencia entre lo que se imagina y lo que la IA genera a menudo reside en la calidad de las instrucciones escritas.