Algunos servicios que compran coches usados operan con un modelo que puede desilusionar. Ofrecen una tasación online instantánea que parece muy atractiva. Este valor inicial alto actúa como un señuelo para que el propietario concierte una cita. Sin embargo, el proceso real difiere de lo prometido en la web.


La inspección física reduce la oferta inicial

Cuando el cliente lleva el vehículo a sus instalaciones, un perito lo examina. En esta fase, se suelen señalar múltiples micro-defectos, como pequeños arañazos o el desgaste normal del interior. Estos detalles, que no se consideran en la valoración online, sirven para justificar una rebaja significativa del precio ofrecido inicialmente. La estrategia se basa en que el vendedor, ya desplazado y con expectativas altas, acepte la nueva oferta por comodidad o frustración.

Consejos para evitar sorpresas desagradables

Para protegerse, es fundamental documentar el estado del coche con fotos y vídeos detallados antes de solicitar la tasación online. Leer las condiciones y reseñas de otros usuarios también ayuda a entender el proceso real. Se recomienda obtener varias valoraciones de diferentes compradores y no considerar la primera oferta online como definitiva. La negociación final debe reflejar el estado real del vehículo, no una lista subjetiva de imperfecciones menores.

Así que ya sabes, si tu coche de diez años no luce como recién salido de concesionario, prepárate para que ese rayón microscópico en el paragolpes trasero reste más valor que el motor fundido.