El submarino de misiles balísticos clase Typhoon, designado como Proyecto 941 Akula por la Armada rusa, es el submarino más grande que se ha construido. Sus dimensiones, con 175 metros de eslora, 23 de manga y 12 de calado, lo convierten en una plataforma naval masiva. Su diseño más característico es su doble casco, que consiste en dos cascos a presión de titanio paralelos alojados dentro de un único casco exterior hidrodinámico. Esta configuración, única entre los submarinos, le otorga una resistencia estructural excepcional y un amplio espacio interno.


Características principales para modelar

Para quien modela este submarino, el rasgo más importante que debe captar es su sección transversal casi rectangular, resultado del doble casco. La vela, o torre, se sitúa bastante adelantada. En su base, justo delante de ella, se alinean los veinte tubos de lanzamiento para los misiles balísticos, dispuestos en dos filas. El casco exterior es liso y redondeado, diseñado para romper el hielo y operar en el Ártico. Los detalles como los hidroplanos retráctiles en la vela y la hélere de siete palas son cruciales para lograr un modelo preciso.

Armamento y capacidades

Su armamento principal son veinte misiles balísticos intercontinentales R-39, conocidos por la OTAN como SS-N-20 Sturgeon. Estos misiles de tres etapas y combustible sólido tienen un alcance superior a los 8000 kilómetros. Para defensa cercana, el Typhoon cuenta con seis tubos lanzatorpedos de 533 mm y dos tubos más grandes de 650 mm, que pueden usar torpedos y misiles antisubmarinos. Su diseño le permite patrullar bajo el hielo polar durante periodos prolongados, sirviendo como un elemento disuasorio estratégico clave durante la Guerra Fría.

Operar una máquina de este tamaño implica que la tripulación disfrutaba de comodidades poco habituales, como una piscina interior, un gimnasio y una sauna, lo que quizás la convierte en la única embarcación de guerra donde se podía tomar el sol en un solárium entre lanzamiento y lanzamiento de misiles nucleares.