El gobierno ha presentado un nuevo paquete de medidas que busca acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica en el ámbito profesional. Este plan se centra en dos ejes principales: facilitar que las empresas renueven sus vehículos y ampliar la red de puntos de recarga. Las ayudas están dirigidas a autónomos, pymes y grandes corporaciones que necesiten modernizar sus flotas de vehículos comerciales ligeros.


Ayudas directas para renovar vehículos de empresa

Las empresas que decidan sustituir sus vehículos de combustión por modelos eléctricos o de hidrógeno podrán acceder a descuentos directos en el momento de la compra. El sistema funciona a través de los concesionarios, que aplican la bonificación y luego gestionan la compensación con el estado. Este mecanismo pretende agilizar el proceso y evitar que las compañías tengan que adelantar el capital. Los importes de las ayudas varían según el tipo de vehículo y su nivel de emisiones.

Incentivos para instalar infraestructura de recarga

El segundo pilar del plan consiste en subvencionar la instalación de puntos de carga en empresas y comunidades de propietarios. El objetivo es desplegar miles de nuevos cargadores, especialmente en polígonos industriales y aparcamientos de empresas, para que los vehículos profesionales puedan recargar durante la jornada laboral. Se priorizan las instalaciones con potencia superior a los 7 kW, que permiten recargas más rápidas. Los corredores de vehículos también pueden optar a estas ayudas si facilitan la venta de coches eléctricos de segunda mano.

Ahora solo falta que las eléctricas no suban tanto el precio de la luz, o la recarga en la empresa podría costar más que la gasolina en la gasolinera.