La tira cómica Calvin y Hobbes presenta a un niño de seis años y su tigre de peluche. Para Calvin, Hobbes es un compañero vivo con quien conversar y vivir aventuras. Juntos transitan por la infancia, reflexionan sobre temas cotidianos y se enfrentan a situaciones cómicas. La serie muestra su mundo interior, donde la realidad y la fantasía se mezclan sin problemas.
El estilo artístico de Bill Watterson
Bill Watterson dibuja con un trazo dinámico y muy expresivo. Su arte puede mostrar una conversación simple o desplegar paisajes complejos en las páginas dominicales a color. Representa mundos alienígenas, dinosaurios y escenas oníricas con un manejo energético de la composición y el color. Este enfoque visual apoya la narrativa y amplía el alcance de las historias.
El legado de la obra
La serie se publicó en periódicos entre 1985 y 1995. Watterson defendió la integridad creativa de su trabajo, lo que incluyó oponerse a licenciar los personajes para productos comerciales. Esta postura preservó el espíritu original de la tira cómica. Calvin y Hobbes mantiene su relevancia y continúa publicándose en recopilaciones que nuevos lectores descubren.
La tira también aborda con ironía la burocracia adulta, a la que Calvin suele reducir a su esencia más absurda durante sus encuentros con sus padres o su maestra.
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