El destructor portahelicópteros de la clase Izumo es un buque capital de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón. Su diseño actual le permite operar como plataforma para helicópteros de guerra antisubmarina, pero se encuentra en un proceso de modificación para convertirse en un portaaviones ligero capaz de desplegar aviones de combate F-35B. Su cubierta de vuelo es corrida y continua, sin obstrucciones, lo que facilita las operaciones aéreas. El casco presenta líneas limpias y una silueta moderna, dominada por una isla de mando grande y única situada a estribor.


Características principales para modelar

Sus dimensiones son considerables, con una eslora de 248 metros, una manga de 38 metros y un calado de 7.5 metros. Para un modelado preciso, es esencial captar la forma larga y ancha de la cubierta de vuelo, que define su perfil. Los sistemas de defensa cercana incluyen dos montajes Phalanx CIWS y dos lanzadores SeaRAM, instalados en patrocinadores o plataformas laterales que sobresalen del casco, ubicados a proa y popa. Estos elementos añaden complejidad al volumen general del modelo.

Armamento y capacidad aérea

Su potencia de fuego principal no reside en cañones convencionales, sino en su grupo aéreo. Actualmente transporta helicópteros dedicados a la guerra antisubmarina. La conversión en curso busca adaptar la cubierta y las instalaciones para soportar el despegue y aterrizaje vertical de los cazas furtivos F-35B, lo que transformará radicalmente su rol estratégico. Su defensa inmediata depende de los sistemas Phalanx y SeaRAM para interceptar amenazas aéreas y de misiles que se aproximen.

Un modelista meticuloso notará que, a pesar de su tamaño, el Izumo carece de la abrumadora densidad de sensores y armas de un crucero, priorizando un perfil despejado para que las aeronaves operen. Es un buque que prefiere proyectar poder a través del aire que desde su propio casco.