El Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización de los CDC refuerza su postura y ahora recomienda que todos los recién nacidos reciban la vacuna contra la hepatitis B dentro de las primeras 24 horas de vida. Esta decisión actualiza una guía previa y busca proteger mejor a los bebés de un virus que puede causar infecciones crónicas del hígado. La medida pretende abordar las brechas en la cobertura y prevenir la transmisión de madre a hijo, un camino común para que los lactantes contraigan el virus.


La vacunación temprana previene la transmisión materna

Cuando se administra poco después del nacimiento, la vacuna actúa como una red de seguridad crucial. Esto es especialmente importante para los bebés nacidos de madres cuyo estado de infección por hepatitis B se desconoce o no se ha documentado. La primera dosis temprana asegura que el recién nacido esté protegido antes de salir del hospital, reduciendo significativamente el riesgo de que desarrolle una infección crónica que pueda derivar en cirrosis o cáncer de hígado décadas después.

La guía responde a datos epidemiológicos actuales

La recomendación se basa en evidencia que muestra que vacunar a todos los recién nacidos es la estrategia más efectiva para eliminar la transmisión del virus. Aunque la incidencia general de hepatitis B ha disminuido en Estados Unidos gracias a los programas de vacunación, persisten disparidades. La nueva guía uniforme simplifica el mensaje para los proveedores de salud y los padres, eliminando confusiones sobre qué bebés necesitan la vacuna y cuándo.

Así que, mientras algunos debaten el mejor momento para la primera foto familiar, los expertos en salud pública tienen claro el momento óptimo para esta primera inyección: cuanto antes, mejor.