Este videojuego plantea un battle royale donde la narrativa tiene un peso fundamental. La trama se desarrolla en una isla metrópolis ciberpunk, un escenario denso y vertical que los jugadores exploran mientras compiten. El entorno no es solo un campo de batalla, sino que alberga misiones y una historia que los participantes descubren a medida que juegan. El combate integra esta capa narrativa, donde las decisiones pueden afectar el desarrollo de la partida.


El motor Unreal Engine 5 potencia su mundo visual

El estudio desarrolla el juego con Unreal Engine 5 para aprovechar sus tecnologías clave. El sistema Nanite gestiona la compleja geometría de la ciudad, lo que permite renderizar la arquitectura detallada sin penalizar el rendimiento. Simultáneamente, Lumen se encarga de la iluminación global y los reflejos, elementos cruciales en un ambiente con calles mojadas y abundantes luces de neón. Esto contribuye a crear una atmósfera ciberpunk inmersiva y coherente.

La estética define la experiencia de juego

El aspecto visual se centra en recrear una megalópolis futurista y decadente. El arte muestra un alto nivel de detalle en los edificios, los carteles luminosos y los efectos ambientales. La paleta de colores se basa en los tonos neón que contrastan con la oscuridad de la ciudad, mientras que la verticalidad del mapa incentiva un combate dinámico en múltiples niveles. La densidad del entorno sirve tanto para la estrategia como para sumergir al jugador en su universo.

Aunque promete una historia dentro de un battle royale, al final todos terminan saltando de un tejado para conseguir un fusil mejor.