Este estándar de interfaz de vídeo presenta un ancho de banda muy elevado. Permite conectar pantallas que funcionan a resoluciones y frecuencias de actualización muy altas. Por ejemplo, puede manejar un monitor 4K a 240 Hz o uno 8K a 85 Hz sin necesidad de comprimir la señal. Esto supera la capacidad máxima que ofrece la especificación HDMI 2 1 en su versión actual. La tecnología se basa en un enlace físico de cuatro carriles y emplea una codificación de señal eficiente.


Su arquitectura técnica permite un gran flujo de datos

La clave reside en su tasa de bits agregada, que alcanza los 80 Gbps. Esto es posible gracias a la nueva tasa de bits por carril, que se ha duplicado respecto a la generación anterior. El estándar usa el protocolo de paquetes de datos DisplayPort. Este método organiza la información de vídeo, audio y otros datos auxiliares en paquetes discretos. El sistema transporta estos paquetes a través de los carriles disponibles. Esta eficiencia es lo que posibilita manejar resoluciones tan exigentes sin perder calidad de imagen.

Las mejoras incluyen nuevas funcionalidades

Además del mayor ancho de banda, la especificación introduce otras capacidades. Soporta el estándar de compresión Display Stream Compression (DSC) 1 2a. Esto permite manejar resoluciones aún más altas cuando se activa. También mejora la gestión de la señal para pantallas con múltiples flujos de vídeo. Incluye un mecanismo mejorado para informar sobre las capacidades del monitor. Facilita usar cables existentes de versiones anteriores en ciertos modos de funcionamiento.

Para disfrutar de estas capacidades, necesitas que tanto la fuente gráfica como la pantalla soporten esta versión del estándar. Un cable certificado para este ancho de banda completo también es esencial. De lo contrario, el sistema negociará automáticamente el modo de funcionamiento más alto que el hardware y el cable permitan.