La empresa Aergility desarrolla el dron de carga UDX, un vehículo aéreo no tripulado híbrido que combina capacidades de despegue y aterrizaje vertical con la eficiencia de un ala fija para recorrer largas distancias. Su diseño modular integra numerosos componentes estructurales y partes del fuselaje fabricados mediante impresión 3D. Este método permite producir rápidamente piezas complejas y ligeras, utilizando materiales compuestos que optimizan la relación resistencia-peso. La fabricación aditiva facilita personalizar el dron para adaptarse a diferentes misiones logísticas, desde transportar suministros médicos hasta repartir mercancías en zonas de difícil acceso.


El diseño modular y la fabricación aditiva

La arquitectura del UDX se divide en módulos clave que se ensamblan. La impresión 3D genera la estructura interna, los soportes y las carcasas aerodinámicas, lo que reduce el número de piezas y simplifica el mantenimiento. Al emplear materiales como termoplásticos reforzados con fibra de carbono, se consigue una estructura rígida pero con un peso mínimo. Esta estrategia de producción acorta los plazos de desarrollo y prueba, permitiendo iterar diseños con agilidad para cumplir con requisitos específicos de carga o autonomía.

Ventajas operativas en misiones de logística

Este dron opera de forma autónoma, despegando y aterrizando en espacios reducidos sin necesidad de pista. Su configuración híbrida le permite volar de manera eficiente en crucero, ampliando su radio de acción respecto a los multicópteros tradicionales. La capacidad de personalizar la bodega de carga y los puntos de anclaje mediante componentes impresos en 3D hace que el mismo chasis básico pueda servir para transportar contenedores refrigerados, equipos de comunicaciones o paquetes estándar, respondiendo a diversas necesidades del sector.

Quizás el mayor reto no sea que el dron lleve la carga, sino que la carga no lleve el dron cuando se impriman piezas con poca densidad de relleno.