La investigación forense de restos óseos hallados en un incendio presenta el desafío de determinar si las lesiones observadas son producto del fuego o si ocurrieron antes de la muerte. Aquí es donde la tecnología 3D, específicamente la microtomografía computarizada (Micro-CT), se convierte en una herramienta fundamental. Este pipeline técnico permite analizar con precisión milimétrica la estructura interna del hueso, diferenciando patrones de fractura térmica de aquellos de origen traumático, lo que puede ser clave para esclarecer la causa de la muerte.


Adquisición de datos con microtomografía computarizada

El primer paso del proceso es la adquisición de datos volumétricos de alta resolución. Se utiliza un escáner Micro-CT, como los sistemas Bruker SkyScan, para obtener miles de cortes transversales de los restos óseos. Esta técnica no destructiva genera una representación tridimensional extremadamente detallada de la muestra, capturando incluso las microfracturas más pequeñas y la estructura de la trabécula ósea, que son invisibles a la inspección visual tradicional. La calidad de estos datos volumétricos es la base para un análisis forense preciso.

Procesamiento y análisis de datos volumétricos

Una vez obtenidos los datos, se procesan y analizan con software especializado en visualización científica, como Dragonfly o Avizo. Estas plataformas permiten al antropólogo forense o patólogo navegar, segmentar y medir las estructuras en 3D. La clave está en identificar patrones distintivos: las fracturas perimortem (ocurridas en el momento de la muerte) suelen presentar bordes limpios y ángulos agudos, mientras que las fracturas térmicas causadas por el calor intenso del incendio tienden a ser más irregulares, curvilíneas y acompañadas de un patrón característico de retracción y carbonización. La visualización 3D y el análisis de secciones virtuales facilitan esta distinción crítica, ofreciendo una evidencia objetiva para apoyar o descartar una hipótesis de trauma ante mortem.

Así que, mientras el fuego intenta borrar las pruebas, la tecnología 3D se encarga de darles voz a los huesos, revelando una historia que el calor no pudo consumir por completo.