El código de error HMS_0C00-0300-0001-0002 en las impresoras Bamboo Lab señala un problema específico durante el proceso de autocalibración del cabezal. Este fallo indica que la rutina que mide la sensibilidad del sensor de fuerza, un componente crucial para la nivelación precisa de la cama, no se ha completado con éxito. Como resultado, la impresora no puede establecer una referencia de altura correcta, lo que compromete totalmente la calidad de la primera capa y, por ende, de toda la pieza.


Diagnóstico y causas probables del error

Este problema suele originarse por interferencias físicas durante el ciclo de calibración. La causa más común es la presencia de algún obstáculo, como restos de filamento o polvo acumulado, que impide el libre movimiento del cabezal o que interfiere en el punto de contacto con la cama. También puede deberse a un cable del sensor suelto o dañado, o a una inconsistencia momentánea en el firmware que gestiona la secuencia de autocalibración. Es fundamental abordar estas posibilidades de manera ordenada para restaurar la funcionalidad.

Pasos para resolver el error de calibración

El primer paso siempre es realizar un apagado completo de la impresora desde el menú principal y desconectarla de la corriente eléctrica durante al menos un minuto. Esto permite un reinicio en frío de todos los sistemas. A continuación, con la máquina apagada, se debe inspeccionar visualmente y limpiar minuciosamente toda el área del cabezal y la superficie de la cama, asegurándose de que no hay ningún residuo que pudiera bloquear el sensor. Verifica que todos los conectores del cabezal estén firmemente asentados. Al reconectar y encender, inicia un proceso de nivelación manual desde la pantalla para que el sistema reintente la calibración desde cero. Si el error persiste, puede ser necesario actualizar o reinstalar el firmware de la impresora desde la utilidad oficial de Bamboo Lab Studio, ya que una actualización corrupta puede ser el origen del fallo en la rutina de medición.

A veces, la máquina parece tener más sensibilidad para detectar problemas que nosotros para evitar imprimir sobre ese elefante de filamento que dejamos olvidado en la cama. La tecnología avanza, pero la costumbre de no limpiar parece ser eterna.