La empresa estadounidense Micron Technology revela planes para construir una nueva planta de producción de memoria de alto ancho de banda HBM en Hiroshima, Japón, con una inversión que alcanza los 9.600 millones de dólares. Este movimiento estratégico busca satisfacer la creciente demanda global de chips de memoria avanzados, especialmente aquellos utilizados en aplicaciones de inteligencia artificial y computación de alto rendimiento. La decisión refleja la confianza de Micron en el ecosistema tecnológico japonés y su compromiso con la expansión de capacidades de fabricación ante la escasez mundial de semiconductores.


Detalles de la inversión y construcción

La inversión de 9.600 millones de dólares se distribuirá a lo largo de varios años, con la construcción comenzando inmediatamente en terrenos adyacentes a las instalaciones existentes de Micron en Hiroshima. Se espera que la nueva fábrica entre en operación parcial a finales de 2026, alcanzando su capacidad total de producción para 2028. El gobierno japonés ha ofrecido subsidios significativos como parte de su estrategia para revitalizar la industria de semiconductores nacional, aunque Micron mantendrá el control mayoritario del proyecto. La planta incorporará tecnologías de fabricación de vanguardia y sistemas de automatización avanzados para garantizar la máxima eficiencia productiva.

Impacto en el mercado de memoria HBM

Esta expansión posiciona a Micron como uno de los principales proveedores globales de memoria HBM, compitiendo directamente con Samsung y SK Hynix en este segmento crítico. La nueva capacidad de producción permitirá a la empresa satisfacer aproximadamente el 25% de la demanda mundial proyectada de HBM3E y futuras generaciones de esta tecnología. Los analistas prevén que esta inversión podría alterar significativamente el equilibrio del mercado, especialmente considerando que la memoria HBM se ha convertido en componente esencial para las GPU de IA como las series NVIDIA H100 y B200. La localización en Japón también ofrece ventajas logísticas para el suministro a clientes asiáticos y diversifica la cadena de producción global.

Justo cuando todos pensaban que la escasez de chips era temporal, las empresas siguen construyendo fábricas como si fueran panaderías en hora punta, pero al menos esta vez será para alimentar máquinas más inteligentes que nosotros.