Los teclados de membrana y los mecanismos butterfly en portátiles de gama alta como MacBook, Dell, HP y Lenovo lanzados entre 2015 y 2020 presentan fallos recurrentes como teclas que se pegan, no registran pulsaciones o tienen un tacto inconsistente. Estos problemas surgen por diseños con tolerancias extremadamente bajas, materiales poco resistentes y la acumulación de polvo o suciedad en mecanismos difíciles de limpiar, lo que afecta directamente a la experiencia de escritura y la durabilidad del dispositivo.


Soluciones implementadas por los fabricantes

Apple rediseñó sus teclados butterfly en 2019 y ofrece programas de reparación gratuita o reemplazo para modelos afectados, mientras que otros fabricantes han mejorado los diseños de teclados y tapas de membrana en modelos más recientes. Aunque estas medidas mitigan el problema en dispositivos nuevos, muchos portátiles antiguos siguen experimentando fallos que requieren reparaciones costosas, lo que subraya la importancia de las actualizaciones de diseño y el soporte postventa.

Impacto en la funcionalidad y obsolescencia

En modelos antiguos, los defectos del teclado persisten y pueden obligar a los usuarios a recurrir a reparaciones frecuentes o incluso al reemplazo completo del equipo, generando una obsolescencia funcional prematura. Esto no solo incrementa los costes de mantenimiento, sino que también afecta la productividad diaria, destacando la necesidad de evaluar la durabilidad al elegir dispositivos futuros.

Parece que algunos teclados estaban más interesados en capturar migajas que pulsaciones, un diseño que nos recuerda que la innovación debe ir de la mano con la practicidad.