Las universidades y startups que trabajan en el desarrollo de vehículos autónomos utilizan plataformas como Ford Fusion o Chrysler Pacifica como base para sus prototipos. En estos proyectos, la impresión 3D juega un papel crucial al permitir la creación de carcasas personalizadas y soportes de montaje para los sensores LiDAR, cámaras y unidades de procesamiento. Esta tecnología facilita una integración modular y rápida de equipos electrónicos sensibles, adaptándose a las necesidades específicas de cada investigación sin requerir fabricación tradicional.


Ventajas de la impresión 3D en la integración de sensores

La capacidad de diseñar y producir componentes a medida con impresión 3D acelera el proceso de desarrollo, ya que los investigadores pueden iterar rápidamente en los diseños de soportes y carcasas para optimizar la colocación y protección de los sensores. Esto no solo reduce costos y tiempos, sino que también mejora la fiabilidad de los sistemas al garantizar que los dispositivos estén firmemente sujetos y correctamente orientados, incluso en entornos de prueba exigentes. La flexibilidad de esta tecnología permite adaptaciones inmediatas cuando se actualizan o cambian los componentes electrónicos.

Impacto en el avance de la tecnología autónoma

Gracias a la impresión 3D, los equipos de investigación pueden concentrarse en refinar los algoritmos y la funcionalidad de los sistemas autónomos, en lugar de preocuparse por la fabricación de piezas mecánicas. Esto acelera la innovación y facilita la colaboración entre instituciones, ya que los diseños de los soportes y carcasas pueden compartirse y replicarse fácilmente. Como resultado, se acorta el camino hacia vehículos autónomos más seguros y eficientes, con un enfoque en la personalización y la eficiencia en el desarrollo.

A veces, parece que los sensores LiDAR en estos vehículos tienen más protecciones personalizadas que un teléfono de última generación, pero al menos no se caen en el primer bache.