El Madison Square Garden de Nueva York fue testigo de un momento histórico en UFC 322, donde Islam Makhachev cumplió con las expectativas y se convirtió en doble campeón al arrebatarle el título del peso wélter a Jack Della Maddalena. El daguestaní logró su gran ambición de poseer dos cinturones simultáneamente, demostrando su dominio absoluto en el octágono. Esta victoria no solo consolida su legado, sino que también ordena el panorama de las divisiones, dejando todo listo para lo que muchos anticipan como el combate del siglo.


El camino hacia el combate del siglo

Con los dos cinturones en su poder, Islam Makhachev ha puesto sobre la mesa la posibilidad de un enfrentamiento épico contra Ilia Topuria, quien mantiene un impecable récord de 17-0 y está listo para aceptar el desafío. Este potencial choque entre dos de los mejores luchadores de la actualidad promete ser un espectáculo sin precedentes, rivalizando incluso con encuentros legendarios como el de Khabib Nurmagomedov vs. Conor McGregor. Los aficionados ya especulan sobre las tácticas que podría emplear cada contendiente, con Makhachev destacando en el grappling y Topuria en el striking.

Impacto en el mundo de las artes marciales mixtas

La coronación de Makhachev como doble campeón no solo redefine su carrera, sino que también influye en las futuras rivalidades y contrataciones dentro de la UFC. Promotores y analistas coinciden en que este evento marca un punto de inflexión, similar a momentos icónicos del pasado, y sienta las bases para una nueva era en el deporte. La expectación generada alrededor de un posible combate con Topuria podría atraer a una audiencia global masiva, revitalizando el interés en las divisiones de peso wélter y ligero.

Ahora solo queda esperar a que los promotores decidan el momento perfecto para este enfrentamiento, mientras los luchadores se preparan para lo que podría ser la pelea más comentada de la década. Quién iba a pensar que un daguestaní con dos cinturones sería el catalizador de tanto drama deportivo.