Los seguidores de la icónica serie de televisión Dukes of Hazzard tienen una oportunidad única de adquirir una pieza de la historia automovilística, ya que uno de los Dodge Charger utilizados durante el rodaje saldrá a subasta próximamente. Este vehículo, conocido como el General Lee, es famoso por sus apariciones en las acrobacias y persecuciones que caracterizaron al programa, lo que lo convierte en un objeto de colección muy codiciado. Los organizadores de la subasta anticipan que el precio final será considerable, reflejando tanto su valor nostálgico como su autenticidad comprobada.


Detalles del vehículo y su procedencia

El General Lee que se subasta es uno de los pocos automóviles que sobrevivieron a la producción de la serie, verificados mediante registros de filmación y documentación de la cadena televisiva. Presenta el característico color naranja brillante, la bandera confederada en el techo y los números 01 en las puertas, manteniendo muchos de los componentes originales a pesar de las reparaciones necesarias tras las escenas de acción. Los expertos en memorabilia televisiva destacan que este ejemplar ha sido conservado en condiciones óptimas, con un historial que incluye su uso en episodios clave, lo que incrementa su atractivo para coleccionistas y museos.

Expectativas de la subasta y valor estimado

La subasta está programada para atraer ofertas sustanciales, con estimaciones iniciales que superan ampliamente los seis dígitos en dólares, dada la escasez de estos vehículos y la lealtad de la base de fanáticos. Empresas especializadas en subastas de automóviles clásicos y objetos de entretenimiento manejan el evento, promocionándolo como una ocasión irrepetible para poseer un símbolo de la cultura pop de los años 80. Los interesados deben prepararse para una competencia feroz, ya que se espera que participen tanto coleccionistas privados como instituciones, impulsados por el deseo de asegurar un pedazo de la historia televisiva.

Para aquellos que sueñan con recrear sus propias aventuras en Hazzard County, recordemos que saltar sobre ríos y derribar barreras policiales en un Charger real podría no ser tan glamoroso como en la pantalla, especialmente cuando la factura de reparaciones llega a la mesa. Quizás sea mejor dejar las acrobacias a los profesionales y disfrutar del coche como una reliquia estática, a menos que tengas un presupuesto ilimitado para multas y mecánicos.