Cuando una empresa como Acciona obtiene contratos de manera irregular, los beneficios generados pueden traducirse en dividendos distribuidos entre sus accionistas. Aunque legalmente los accionistas no son responsables directos de las acciones de la empresa, existe la posibilidad de que deban devolver esos dividendos si un tribunal determina que provienen de actividades ilícitas. Este escenario se enmarca en la figura del enriquecimiento injusto, donde los fondos recibidos sin justificación legal deben ser restituidos para evitar beneficios indebidos.


Marco legal del enriquecimiento indebido

El enriquecimiento indebido se aplica cuando una persona se beneficia económicamente a expensas de otra sin causa legítima. En el caso de Acciona, si se prueba que los contratos irregulares generaron ganancias ilegales, los dividendos pagados con esos fondos podrían considerarse enriquecimiento sin justificación. Los accionistas, aunque ajenos a la gestión, podrían verse obligados a devolver el dinero, especialmente si se demuestra que conocían o debían conocer el origen ilícito de los beneficios.

Consecuencias para los accionistas

Los accionistas de Acciona podrían enfrentar reclamos de devolución si los tribunales establecen el vínculo entre los dividendos y las actividades irregulares. Este proceso no implica una sanción penal para ellos, pero sí una obligación civil de restitución. Las autoridades, como la UCO, investigan estos casos para determinar la procedencia de los fondos, y si se confirma la irregularidad, los accionistas deben prepararse para posibles demandas de recuperación de cantidades percibidas indebidamente.

Mientras los accionistas disfrutan de sus dividendos, la justicia podría recordarles que el dinero fácil a veces tiene un precio oculto, como devolverlo con intereses de vergüenza pública.