Madrid ha acumulado alrededor de 520 litros por metro cuadrado de precipitaciones durante el año hidrológico 2024-2025 hasta la primavera, lo que se sitúa ligeramente por encima de la media histórica de 500 litros por metro cuadrado para este mismo periodo. Este incremento ha contribuido positivamente a la recarga de embalses y acuíferos que abastecen a la región, mejorando la disponibilidad de agua para consumo urbano y riego. Aunque algunas zonas han experimentado encharcamientos puntuales tras episodios de lluvia intensa, en general, el balance hídrico se ha visto favorecido.


Comparación con el año anterior y distribución de lluvias

En comparación con el año anterior, Madrid ha registrado lluvias más repartidas y frecuentes, lo que ha permitido un balance hídrico más equilibrado y ha reducido los riesgos de sequía en el área metropolitana. Esta distribución ha sido clave para evitar situaciones de estrés hídrico y ha asegurado un suministro estable para la población y la agricultura, aunque se mantiene la vigilancia ante posibles eventos extremos.

Impacto en recursos hídricos y gestión del agua

El aumento en las precipitaciones ha tenido un impacto directo en la recarga de los embalses y acuíferos, mejorando la disponibilidad de agua para consumo urbano y riego en la región. Esto ha permitido una gestión más eficiente del recurso hídrico, reduciendo la dependencia de fuentes externas y fortaleciendo la resiliencia ante futuros periodos secos. Sin embargo, es importante seguir monitoreando la situación para mantener este equilibrio a largo plazo.

A veces, parece que en Madrid la lluvia es como un invitado inesperado: llega sin avisar, moja todo y se va dejando charcos como recuerdo, pero al menos este año ha traído regalos en forma de agua en los embalses.