La Autovía AS-III, conocida como la Autovía del Olvido, es un tramo de carretera en Asturias diseñado para aliviar la congestión del tráfico en el centro de la región. Sin embargo, su construcción se detuvo debido a disputas ambientales y problemas con las expropiaciones de terrenos, dejando grandes estructuras como viaductos y puentes sin conexión a la red principal de carreteras. Estos elementos, construidos a un alto costo, terminan abruptamente en campos o enlazan solo con vías locales, generando un paisaje surrealista de infraestructura abandonada.


Impacto ambiental y disputas legales

La paralización de la Autovía AS-III se debe principalmente a preocupaciones sobre su impacto en el entorno natural, incluyendo áreas protegidas y ecosistemas locales. Las disputas legales surgieron por las expropiaciones necesarias para su trazado, lo que generó conflictos con propietarios y comunidades. A pesar de los avances en la construcción de grandes estructuras, la falta de consenso ha dejado el proyecto en un limbo, con recursos invertidos que no cumplen su propósito original.

Consecuencias económicas y sociales

El alto costo de construcción de los viaductos y puentes, que ascendió a millones de euros, representa una carga financiera significativa para la administración pública sin beneficios tangibles en movilidad. Socialmente, la autovía inconclusa ha creado frustración entre los residentes, quienes esperaban una mejora en la conectividad y reducción de atascos. En lugar de eso, las estructuras abandonadas se han convertido en un símbolo de planificación fallida y oportunidades perdidas para el desarrollo regional.

Es irónico que estas imponentes estructuras, diseñadas para unir comunidades, ahora sirvan principalmente como recordatorios de cómo los desacuerdos pueden dejar proyectos a medias, convirtiendo la inversión en un monumento a la indecisión.