Kiauea inicia su episodio eruptivo número 36

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El volcán Kilauea en Hawái ha comenzado su trigésimo sexto episodio eruptivo dentro del ciclo actual, mostrando un notable incremento en actividad volcánica con desbordamientos de lava que se acumulan en la caldera principal y áreas adyacentes. Este fenómeno natural crea un impresionante espectáculo visual mientras el Servicio Geológico de Estados Unidos mantiene una vigilancia constante sobre la evolución del evento eruptivo.

Monitoreo continuo del USGS

Aunque la actividad se mantiene confinada dentro del cráter sin representar peligro inmediato para comunidades cercanas, los científicos del USGS siguen de cerca el comportamiento del volcán mediante instrumentos especializados. La vigilancia incluye mediciones de deformación del suelo, emisiones de gas y temperatura de la lava, recopilando datos esenciales para evaluar posibles escenarios futuros.

Características de la erupción actual

Los flujos de lava emergen principalmente desde respiraderos dentro de la caldera sumital, formando acumulaciones progresivas que podrían modificar la topografía local. La naturaleza efusiva de esta fase eruptiva produce emisiones constantes de dióxido de azufre mientras columnas de vapor y gas se elevan desde la zona activa, creando condiciones variables en la calidad del aire circundante.

Parece que Kilauea decidió celebrar su episodio 36 con un espectáculo pirotécnico natural que hace parecer los fuegos artificiales humanos como meras chispas de bengala.

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La erupción en el cráter Halema?uma?u del volcán K?lauea ha experimentado una pausa en los desbordamientos de lava esta mañana, lo que sugiere un retraso en el inicio de la fase de fuentes de lava de gran altura correspondiente al episodio 36. Según el Observatorio Vulcanológico de Hawái del USGS, la inflación del cráter se ha detenido en los últimos días, ampliando así la ventana de pronóstico para la próxima fase eruptiva que se anticipa ocurra antes del martes 11 de noviembre.

Actividad eruptiva previa y características

Durante las horas previas a esta pausa, el respiradero norte había estado produciendo grandes desbordamientos y fuentes en forma de cúpula con poca salpicadura, lo que indica que el magma emitido estaba en gran medida desgasificado. No se han registrado cambios significativos en la deformación del terreno, mientras que los patrones de tremor han mostrado una transición hacia una actividad sísmica más constante, y las emisiones de dióxido de azufre se mantienen en niveles bajos, entre 1.200 y 1.500 toneladas por día.

Episodio eruptivo anterior como referencia

El episodio eruptivo anterior, identificado como número 35 y ocurrido entre el 17 y 18 de octubre, produjo fuentes de lava que alcanzaron alturas de hasta 460 metros y generaron aproximadamente 10 millones de metros cúbicos de lava, cubriendo alrededor de dos tercios del piso del cráter. Este evento previo sirve como un recordatorio de la potencia que puede desencadenar el K?lauea, incluso cuando las fases actuales parecen más tranquilas.

Mientras los científicos amplían sus ventanas de pronóstico, el volcán parece estar tomándose su tiempo para decidir cuándo dar su próximo espectáculo pirotécnico natural, demostrando una vez más que la naturaleza sigue su propio calendario, no el nuestro.